Casi todas las personas, en algún momento de nuestra vida tenemos la expectativa de que exista una LEY de Reciprocidad en las relaciones, como algo que DEBERÍA ser así porque es lo JUSTO). Lo damos casi por hecho, puesto que es de justicia que si yo me porto bien, los demás y sobretodo la vida, se porte bien conmigo.
Y este pensamiento en sí mismo genera un alto sufrimiento y frustración, puesto que en un gran número de ocasiones esta ley no se cumple…
Si fuera una Ley, como la Ley de la Gravedad, se cumpliría SIEMPRE, sin excepción. Si existen excepciones, no puede ser una Ley. La Reciprocidad sí es algo altamente deseable en la conducta entre humanos, pero no es una Ley.
Si cambiamos el imperativo moral de “Debería ser así” por un deseo de “Me gustaría que fuera así”, asumimos la posibilidad de que no se nos devuelva en el mismo grado que nosotros damos. Se trata de cambiar esta exigencia por una preferencia, y así, si se cumple esta desigualdad, obviamente nos molestará y nos dolerá, pero no nos causará un sufrimiento exagerado. Será incómodo y molesto pero lo podremos soportar sin caer en la rabia ni la frustración.
Según el diagrama anterior, pregúntate sobre esas situaciones que ahora mismo te causan sufrimiento :
¿Depende de mi?
¿Puedo hacer algo para cambiarlo?
Si la respuesta es SI- Me pregunto, ¿Qué puedo hacer? y entonces Actúo
Si la respuesta es SI- Me pregunto, ¿Qué puedo hacer? y entonces Actúo
Si la respuesta es No- Aunque preferiría que fuera distinto, no entra dentro de mi zona de influencia poder cambiarlo. Por lo tanto, aunque me gustaría que esta situación no se hubiera dado, lo acepto. Puede que me cause dolor tener que vivir esta situación, pero como sé que no puedo cambiarlo, elijo no sufrir por ella y dedico mi tiempo y energía en las cosas que puedo realmente controlar.
Tomar conciencia de esta nueva perspectiva nos puede ayudar a aliviar sufrimientos y sobrellevar el dolor, hacer un buen duelo si ha habido una perdida, mejorar nuestras relaciones interpersonales, etc.
Reciprocidad y Justicia son dos leyes que no están muy presentes en el día a día, aunque sí son muy deseables y bien es cierto que hay muchos comportamientos humanos que obedecen a valores muy cercanos a ellas.
Por suerte, la Ley que sí existe es el cambio. Y como dice el cuento Zen del anillo de rey, si estás pasando por un mal momento, respira y ten por cierto que pasará, y si estás pasando por un buen momento, disfrútalo porque también pasará.
Y como colofón, una frase que se atribuye a Bruce Lee
«ESPERAR QUE LA VIDA TE TRATE BIEN POR SER BUENA PERSONA ES COMO ESPERAR QUE UN TIGRE NO TE ATAQUE POR SER (TU) VEGETARIANO,»