Si preguntamos a nuestro alrededor acerca de la cuestión existencial por excelencia ¿qué es la Felicidad?, obtendremos muy diversas respuestas, tal vez una por cada persona a la que hayamos interrogado; una actitud frente a la vida, un estado interior de equilibrio, saber disfrutar del momento en el aquí y ahora… obtendremos versiones muy variadas, pero en lo que todos estarán de acuerdo será en los elementos que seguro que nos impedirán ser felices: el miedo, la rabia o la ira, no tener una buena red de amigos y afectos, tener una autoestima baja… las coincidencias en esto serán más que notables.
Todos queremos alcanzar la felicidad, como si se tratara de la zanahoria que alguien pone delante de nosotros y nos esforzamos en perseguirla, perdiéndonos en el camino las pequeñas cosas de la vida. Alguien dijo “la Felicidad no es un lugar al que llegar, sino una manera de andar”. ¿Y cómo debemos andar para SER felices? La respuesta que aquí se propone es, a través de la gestión de las emociones:
- la felicidad es la ausencia de miedo: en esto coincide la comunidad científica. Aquello de lo que tienes miedo, es inevitablemente lo que acabarás viviendo. Gestionar nuestros miedos y enfrentarnos a ellos es la premisa más importante para poder disfrutar del camino. En vez de buscar la felicidad en aquello que no tienes, despréndete de aquello que te sobra (tus miedos) y serás más feliz. El miedo es esa emoción que nos asalta cuando nos decimos a nosotros mismos “creo que no puedo”. Es un sentimiento que nos paraliza, nos frena y nos bloquea. Paraliza la “fábrica” de miedos.
-aprende a enfadarte y controla tu ira. Identifica la emoción y toma conciencia de ella, relativiza el motivo por el cual te has sentido así y valora la importancia del hecho objetivo que la ha provocado, ¿realmente vale la pena que pases tú el mal rato por eso? Y siempre que puedas, aplaza tu respuesta y no actúes nunca bajo los efectos de un ataque de ira porque realmente tiene repercusiones negativas para el que lo sufre igual que para el que lo recibe. Como en la guerra, todas las partes salen perdiendo.
-fortalece tu Autoestima. Conócete a ti mismo, saca a la luz tus recursos y tus talentos. Recuérdate tus logros, las cosas que se te dan bien, tus dones para los cuales los demás te suelen pedir sugerencia y apoyo y los retos que ya has superado y de los que te sientes orgulloso/a. Toma las riendas y reconoce que tú creas lo que hay en tu vida y también lo que no hay.
-construye o fortalece tu red personal o social: si hay algo que correlaciona con la felicidad subjetiva es disfrutar de relaciones personales satisfactorias (familia, amigos, compañeros de trabajo…) Debemos desplegar una actitud activa a la hora de hacer amigos, aunque no desesperada, y no pretender ser perfectos. Mostrar nuestras debilidades nos hace humanos. Ser generosos en darnos a los demás pero también estar dispuesto a recibir la generosidad de los otros. Ofrécete pero también aprende a pedir ayuda cuando lo necesites para dejar a espacio a la generosidad de los demás.
Sentenciar que ser feliz es una opción de cada uno puede ofender y dar lugar a malentendidos, puesto que estaríamos aceptando que el que no es feliz es porque no quiere y eso no es así. Muchas son las personas que no se sienten felices y no es porque hayan tomado la decisión personal de no serlo. Tal vez el problema es que siguen buscando la felicidad en el exterior, cuando la posible solución está dentro de cada uno y pasa por aprender a gestionar nuestras emociones para hacer crecer nuestra felicidad desde dentro hacia fuera.
Y si queremos ir sobre seguro, siempre podemos poner en marcha la máxima del psicólogo Rafel Bisquerra:
“La mejor manera de ser feliz es procurando la felicidad de los otros”
creo que el final es el principio, la clave es el otro, por que el otro somos nosotros, y como bien dice el articulo, el camino es hacia adentro, busar nuestro eje, que noes facil, pero lo importante es caminar hacia el, ya estar en el camino es fortalesedor y seguramente en ese caminar nos encontraremos muchas veces con la felicidad, gracias marcos padilla
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