EL EFECTO BOFETADA



“No hay mayor educación que la que proporciona la adversidad”
Benjamin Disraeli 


No podemos negar que cada día, nosotros mismos o alguien cercano sufre las consecuencias de este efecto en sus propias carnes. La dichosa crisis se encarga de desplegar su mano abierta sobre nuestras cabezas más a menudo de lo que desearíamos, pero así y todo, a veces, esa bofetada es de agradecer. Entiendo que esta afirmación suena un poco atrevida, pero muchas veces es lo que necesitamos para que nos ayude a despertar, porque en ocasiones, nuestros mejores momentos de lucidez suelen tener lugar cuando pasamos por una etapa en la que nos sentimos profundamente incómodos o insatisfechos, y es en esos momentos cuando decidimos salirnos del camino y explorar nuevas maneras de hacer para obtener nuevos resultados.

Igual que no hay día sin noche, ni luz sin oscuridad, ni vida sin muerte, tampoco hay crisis sin aprendizaje posible, ni dolor sin lección.

Como dice el cuento oriental tradicional, ¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién lo sabe? A veces una situación o algo que, en principio, parece un golpe de suerte puede acabar convirtiéndose en una pesadilla, y al revés, un hecho que puede parecer nefasto, acaba resultando positivo con el paso de cierto tiempo. ¿Quién lo sabe?
El tiempo y su visión en perspectiva nos ayuda, sin duda, a poner las cosas en su sitio y a tomar distancia de lo que en un primer momento nos puede parecer insuperable (justo después de padecer el mencionado efecto bofetada).

 La pregunta o la reflexión que debemos hacernos una vez pasado “el golpe” sería : si pudiera aprender alguna cosa útil o positiva de esta situación, que me ayudara a crecer como persona, ¿qué sería? Cada uno de nosotros encontrará una o varias respuestas a cada obstáculo que le pone la vida en su camino, pero cuestionándonos y encontrando nuestras propias respuestas, incorporaremos estos nuevos aprendizajes a nuestra ruta por la vida y nos pondremos a trabajar con ellos en los nuevos retos que se nos vayan presentando.

“Con las piedras que me tiran, construyo los escalones que me llevan hasta mi casa”
Oria






1 comentario:

  1. Me parece importante aprender a administrar los malos momentos y extraer de ellos, el efecto positivo que supone, cualquier hecho negativo que nos suceda. Hay un dicho popular que me parece muy a propósito y es, que unas veces se gana y otras se aprende. Creo que cuando somos capaces de encontrar la luz, en medio de la oscuridad, nuestro camino se hace, mucho más fácil.

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