LOS HÁBITOS EMOCIONALES

 

Nuestros PATRONES o HÁBITOS EMOCIONALES son las “lentes” o filtros a través de las que interpretamos la realidad, o mejor dicho, le damos significado a aquello que nos sucede. Su origen suele estar en nuestras experiencias tempranas, momentos en los que buscando cubrir nuestras necesidades infantiles (pertenencia, seguridad, autonomía, auto-expresión, espontaneidad, etc.) aprendimos que a una determinada situación le correspondía una determinada respuesta por nuestra parte, y este aprendizaje quedó programado en nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. 
Y ya sabemos que no siempre esas necesidades infantiles son cubiertas por nuestros adultos de referencia… 
Una mente infantil frente a unos padres ausentes o emocionalmente fríos o muy críticos puede llegar a la conclusión de que ha de trabajar de más, no dar problemas, ser bueno/a y ser perfecto/a para no decepcionar y ser aceptado y querido…

Estas asociaciones situación-respuesta se transforman en esquemas o sistemas de almacenamiento que conservan ese aprendizaje emocional específico basado en nuestra experiencia de vida y no en la realidad, y ya de adultos actúan como “atajos” a la hora de interpretar lo que nos pasa y de responder de forma automática a nuestros acontecimientos vitales.

¿Qué sucede entonces cuando esos modelos de realidad o esquemas que se generaron a edades tempranas están distorsionados, son desadaptativos o incluso autodestructivos? Pues que de adultos, repetimos una y otra vez patrones automáticos  que no llevan a ningún lado o peor… nos llevan a estar mal con nosotros mismos y con los demás.

Por suerte NO hemos nacido con todos esos hábitos emocionales. Todos ellos han sido aprendidos y “programados” en nuestra mente a base de experiencia y repetición. Y aunque cuesta detectar esos patrones ocultos, podemos tomar conciencia de qué los desencadena, cómo se manifiestan y re-programarnos con respuestas más adaptativas y funcionales.

Según la Terapia de Esquemas de Young, existen nada más y nada menos que 18 esquemas o modelos de realidad desadaptativos... 

Si te interesa saber más de ellos, ya te iré contando.







Si tomamos conciencia y nos damos la oportunidad, las personas SÍ podemos cambiar.

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